TOBACCOLOGY
Una vez más escribo sobre un lanzamiento reciente que además de llamar mi atención me despertó curiosidad desde el primer momento: StillWell Star, que en mi opinión marca un antes y un después en cuanto a unir dos mundos paralelos del universo del tabaco; un crossover perfecto de amistad entre los tabacos para puro y para pipa. Si ambos tienen cualidades sobresalientes, ¿por qué no combinarlos?
Cabe mencionar que no es tarea fácil, al menos para los simples mortales. Pero no me sorprende que hayan logrado esta proeza dos mentes que, además de inquietas, respiran tabaco: Steve Saka y Jeremy Reeves, eminencias de la industria que desde Dunbarton Tobacco & Trust y Cornell & Diehl, respectivamente, se amalgamaron como si fuesen dos hemisferios cerebrales conectados por hebras de humo.
¿Qué puede aportar el tabaco para puros al de pipa?
Creo que un punto fundamental es la comodidad del cigarro, al que basta cortar y encender para disfrutar de sus sabores. Como fumador de puros y pipa estoy al tanto del tiempo requerido por ambas actividades. La pipa exige más atención y paciencia, desde su carga, el encendido y cadencia de la fumada, para que no se apague, hasta la limpieza y cuidado del instrumento luego de la fumada y posterior enfriamiento.
Otro aspecto importante a considerar es la evolución que puede llegar a tener un cigarro de 52 de cepo y 6 pulgadas de largo, en comparación con una carga de –en promedio– 3 gramos de tabaco en una pipa estándar.
En el cigarro, el instrumento para fumar es el tabaco mismo, que por su proceso de curado al aire y fermentación tiene –a mi parecer– un perfil de sabor más agresivo en el buen sentido de la palabra, debido también a que no suele utilizarse ningún tipo de aditivos para modificar su sabor.
Lee el artículo completo: