Fuente Fuente Opus X, la reputación centenaria

TOBACCOLOGY

Luciano Quadrini

Hoy tengo la posibilidad de disfrutar de este ícono de la historia del tabaco gracias a Gabriel Estrada que, además de ser Hombre Habano 2019 en la categoría Negocios, es el importador oficial de Arturo Fuente en Argentina, desde Bellagio Habanos Lounge. Y por supuesto, no iba a desaprovechar la oportunidad de dedicarle un artículo completo a esta maravilla. Fuente Fuente Opus X es un puro 100 por ciento dominicano de 46 de cepo y 143mm (5.625 pulgadas) de longitud, y de fortaleza media a alta.

Su construcción general es muy prolija, firme y pareja. Con venas casi imperceptibles, muy suave al tacto, tanto que parece de seda. Color colorado con pequeñas motas más oscuras. La prolijidad de la cabeza de este cigarro es por demás llamativa. Su capa posee una oleosidad importante.

Su anilla es una verdadera obra de arte, llena de simbolismos, con una gran X en el centro. La palabra opus viene del latín y significa obra. Se suele utilizar para designar el número que corresponde a una obra musical en la producción global de un compositor. Se dice que Carlito la eligió porque estaba buscando algo parecido a opulencia y es muy probable que esta palabra se encuentre a unos pocos pasos en el diccionario. La X siempre es una incógnita, un espacio a llenar, que cada uno completa como quiere, siendo cada uno protagonista de su propia historia. La combinación de opus y X (ex en inglés) suena además como la palabra sex, lo que también se pensó que podía tener un cierto atractivo de marketing.

En la cata en frío la capa es una fiesta de frutos secos. Ni siquiera es necesario acercarse el puro a la nariz para distinguir algunas notas. En la capa las avellanas brotan incansables, escudadas por un aroma a chocolate. El cuero le aporta un tinte entre salado y amargo suave a estas notas dulces y las balancea magistralmente. En el pie se perciben los mismos aromas, con un poco menos de presencia del chocolate, pero sí, resalta una nota que la he detectado muy pocas veces en algunos puros: hongos secos. Cuando aparece este aroma me pregunto una y otra vez si realmente es eso lo que estoy sintiendo, pero huelo nuevamente y puedo definir con certeza que es ese aroma en particular. 

Procedo a realizarle un corte en V, y enciendo suavemente con encendedor tipo torch, sin quemar la capa.

Primer tercio

La primera calada demuestra un tiraje sublime. La historia comienza a contarse con frutos secos, principalmente las avellanas que se anunciaban en frio y un picor agradable de pimienta negra que explota en la punta de la lengua y avanza sigilosamente hasta la mitad. Empieza con un perfil bastante amaderado de la mano del cedro, que se hermana con un chocolate sutil que aparece en el retronasal. Después de algunas caladas se le suman notas a nuez, y la pimienta incrementa su sabor, pero disminuye el picor. Los sabores son intensos, pero están completamente en armonía. La combustión comenzó pareja y con una ceniza firme sin florecimientos. 

Aproximándome al segundo tercio surge el café y una cremosidad que abarca toda la boca dejando suave el paladar. El humo es tan denso y cremoso en boca que literalmente dan ganas de masticarlo. 

Segundo tercio

En el segundo tercio aparecen notas herbáceas como heno y te negro que le aportan acidez a la fumada, con un fondo dulzón que balancea y enmarca a estas dos primeras notas. La armonía es única y constante. La pimienta ha aminorado la marcha y ahora el leve picor queda en manos de la canela. La vainilla se esconde en el retronasal. La combustión permanece inmaculada, con una ceniza que parece de concreto. Un dulzor como de almíbar mantiene a las glándulas salivales trabajando incesantemente. A medida que avanzo surgen pistas a frutos secos.

Último tercio

Y así es, el último tercio comienza a puro frutos secos, nueces, avellanas y algo de tierra. El cuero se abre camino lentamente aliándose con el café tostado incrementando el amargor que sigue balanceado por las notas dulces que aparecieron en el segundo tercio y emerge muy tímidamente esa nota a hongos secos que se percibía en frío. En ningún momento hubo fluctuaciones en la expresión de los aromas y sabores, ni en la armonía, ni en la combustión, ni en el tiraje, la consistencia es totalmente perfecta. De más está decir que no fue requerida ni siquiera una sola reencendida. En este tercio la fortaleza asciende un poco. 

Cuando pensé que ya todo estaba dicho, en la mitad del último tercio, en el retronasal surge un aroma a chocolate y crema deliciosos y finalmente el cuero, después de tanto empujar domina el tercio y engloba a los frutos secos para terminar el acto.  

Fuente es el apellido de una familia que soñó alto, y que supo atravesar obstáculos de todo tipo con los que se fue encontrando. Fue el amor por el tabaco y la familia lo que les permitió y los decidió a seguir a pesar de las situaciones más adversas. Es realmente un privilegio hoy en día poder disfrutar de este cigarro que resume las décadas de sacrificio de esta familia, que es fuente de inspiración para las generaciones venideras en el mundo del tabaco. ¡Y que no digan que fue suerte!

 

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