Colegio de Filosofía de Xalapa
Desde el inicio de la cocina y el arte de hacerla, para mayor precisión y facilitación, el desarrollo de utensilios y técnicas alimentarias se hizo menester. Para facilitar la conservación de los alimentos, manufacturación de los mismos por nombrar algunas necesidades en la cocina. Sobre este escenario de sabores, de la cocina, se ha relegado a la mujer en su mayor proporción, haciendo a esta parte integral de su ser. No obstante, esos cercos “ideales”, el mundo de lo culinario es plural. Así que, la finalidad de este escrito querido lector, es pensar el lugar de la mujer en el campo culinario, sin pensar en imposiciones o posiciones, sino, mostrando cómo ha contribuido para que todos podamos deleitarnos con platillos tan exquisitos. Todo en cuanto a la inventiva de lo mencionado al principio: utensilios y técnicas alimentarias
Desde la Prehistoria, por ejemplo, la mujer se especializaba en recolectar y sembrar semillas, además de cazar cómo en la actualidad se ha descubierto. La recolección y la agricultura, le hizo aprender del clima, de la tierra, de los ciclos del sol y de la luna, de todo aquello que procura según su experiencia, la ejecución de dichas empresas. Además, durante los primeros tiempos de las civilizaciones, se adjudica a las manos de las mujeres, babilónicas, sumerias y egipcias, la elaboración y creación de la cerveza, lo cual les dio a disfrutar de un gran prestigio, elaboraban docenas de tipos de cerveza.
A la hora de consumir un buen platillo, no sólo estamos pensando en el alimento mismo, ya que hoy en día es muy común siempre necesitar de una herramienta para algún tipo de alimento en particular. Este es el caso de Teodora de Bizancio, creadora del tenedor, quien con su invento logró mejorar la calidad de vida, pues facilitó la forma y la higiene al consumir los alimentos. Otro de los inventos que lograron facilitar el consumo y darnos un deleite digno de dioses fue gracias a Melitta Bentz, creadora del filtro de café antigrumos, gracias a su invento, el café sabe más dulce, delicioso y es más fácil y rápido de preparar.
El almacenamiento adecuado de la comida para conseguir una mejor conservación ha sido algo para lo que el ser humano ha ideado numerosos métodos a lo largo de la historia: la salazón, el frío, el secado, el ahumado, son algunos de ellos. En este ámbito de la conserva de alimentos, sería una mujer, Amanda Jones, quien consiguió el envasado al vacío, a saber, eliminar el aire de una lata, para almacenar alimentos sin previa cocción; mismo que patentó en 1873, nombrando al proceso como el proceso de Jones.
Otro artefacto creado para la cocina por parte de una mujer, Florence Parpart, fue la nevera, imprescindible hoy en día para conservar los alimentos en óptimo estado para su consumo. Su aparición se data en el siglo XX; 1914 con exactitud. Estos fueron algunos ejemplos de los aportes que la mujer ha hecho al mundo culinario, más allá de la visión de sólo su capacidad para la elaboración de platillos.