No todo lo que brilla es oro, pero definitivamente todo lo que no brilla no es oro. Cuando nos dicen que una línea de un producto es “de oro” damos por sentado que estamos en presencia de algo fantástico. Esta expresión tiene un efecto inmediato en nuestro cerebro: poner la vara en lo más alto. Para el productor, sin dudas esto constituye un arma de doble filo. Aunque el elemento áureo sea una buena estrategia de marketing, si el producto en cuestión llega simplemente a la categoría de “aceptable” o “bueno”, al momento de ser juzgado por el consumidor, la decepción está a la orden del día.
En este caso llegó a mí un gigante de 56 de cepo y 135mm de longitud. Directamente de una de las manos que han tocado más habanos por lo menos en Argentina: las de Gabriel Estrada, Hombre Habano 2019 en la categoría “Negocios”, y dueño junto a su esposa Jessica Giordano, de Bellagio Habanos, el mejor cigar lounge que he tenido el placer de pisar, ubicado en la ciudad de Buenos Aires.
“Nobles” es uno de los tres integrantes de la “Línea de Oro” de Romeo y Julieta presentados en su 145 aniversario en el Festival del Habano del año 2020.
Si esta marca no puede animarse a sacar una línea de oro, ¿quién podría?
Son tres las vitolas que conforman esta línea premium de Romeo y Julieta: Hidalgos (cepo 57 x 125 mm de largo), Nobles (cepo 56 x 135 mm de largo) y Dianas (cepo 52 x 145 mm de largo).
La vitola Nobles (vitola de galera: Triangulares) viene en formato torpedo, y posee, al igual que sus otros dos hermanos, una anilla de pie que al retirarla se observa que ha cumplido su función a la perfección.
Me sirvo un vaso con agua y comienzo a sumergirme en este placer.
Cuando voy a degustar un tabaco soy partidario de ordenar los sentidos de arriba hacia abajo. Comienzo entonces por la vista. Una capa colorado claro, lisa, casi sedosa, que espero que pueda percibirse en las fotos. Poca presencia de venas, y las pocas que veo son de bajo relieve. Una anilla dorada deslumbrante con brillo alegórico, que dan ganas de no sacársela nunca ya que parece formar parte del habano mismo.
Luego procedo a percibir los aromas en frío y en la capa me encuentro con frutos secos y algo de chocolate con leche que contrastan con los aromas de establo y heno que abundan en el pie.
Realizo un corte angular con guillotina y comienzo el encendido suavemente con un encendedor de tipo torch.
El primer tercio nos recibe dulce, con un picor de pimienta blanca que se asienta en la punta de la lengua y algunas notas herbáceas. Ese dulzor que nos dio la bienvenida va aminorando a medida que vamos avanzando hacia el segundo tercio, y va dejando lugar a algunas notas de tierra seca que nos van secando el paladar calada a calada. El tiro es perfecto a mi gusto, el humo transita a través del puro sin problemas pero a la vez se siente una leve y placentera resistencia.
Avanzo en la fumada y el segundo tercio y este Romeo y Julieta despliega su abanico de sabores ofreciendo cedro, nueces, heno, almendras y notas de cuero que llegan como oleadas que aparecen y desaparecen. Tengo la sensación de que en este tercio la fortaleza disminuyó levemente, pero tal vez sea debido a que ha vuelto el dulzor que nos recibió al principio del primero, el cual ahora lo percibo al contactar la lengua con el paladar. La pimienta blanca aun persiste, pero apaciguada por esa sensación dulce. En resumen, la fortaleza en este tercio se percibe más suave y los sabores van en aumento significativamente.
Aterrizando en el tercer tercio emergen notas iodadas como un aviso de que algo va a cambiar. Aromas a café tostado y un tímido cítrico llegan para quedarse hasta el final, acompañados del cedro que persiste desde el segundo tercio y las notas de pimienta ya muy de fondo, que se trasladaron a los costados de la lengua y en la parte posterior. Un final que representa consecuentemente a los tres tercios, a pesar de la variada evolución de este habano.
La ceniza también fue compañera en este viaje y supo quedarse ahí hasta el final, de un color gris con pintas oscuras y pocas escamas.
Esta “Línea de Oro” de Romeo y Julieta viene a romper un poco con la fortaleza clásica de Romeo y Julieta, ya que se trata de tres vitolas de fortaleza media a alta. Nobles, en particular, me regaló una fumada de una hora y media (debo decir que mi cadencia de fumada es bastante tranquila) la cual no requirió de correcciones con el torch ni de reencendidas ya que la combustión fue consistente de principio a fin.
¿Qué esperabas de un producto de oro?